La orquídea Vanda es singular por su estructura monopodial, ya que la planta se forma en un único tallo del que surgen los botones y las hojas, con forma alargada, estrecha y plana.

Además, éstas se disponen como pequeños arcos que ayudan a llevar el agua a la raíz, dando así un aspecto aún más característico.
Esta planta se desarrolla en armonía y suele mantener un buen estado, ya que sus raíces son fuertes y carnosas, con poros que absorben el agua y los nutrientes.
Al igual que todas sus hermanas orquídeas, las vandas provienen de una zona tropical. Su hábitat natural podemos encontrarlo en toda la zona desde India hasta Australia, aunque Sri Lanka posee grandes cultivos de vanda. Además, nacen en las ramas de los árboles y se hidratan con la lluvia o el rocío.
Cuidados de la orquídea Vanda
¿Cuánta luz necesita la orquídea Vanda?
La Vanda necesita mucha luz para crecer y vivir sana, pero el sol directo puede apagar sus colores vibrantes y acabar secándola por completo. Debes llevar un buen control de la luminosidad, ya que una falta de esta haría que tu orquídea dejase de florecer.
Cuando las flores nacen, son bastante pálidas; pero, si las tienes en un lugar muy luminoso, en diez días tomarán un color vibrante y vivo.
La orquídea vanda florece de 1 a 3 veces al año, está en constante crecimiento y sus flores duran unos dos meses.
Cuando la planta florezca y al tiempo, sus flores, debes cuidar de ella para que vuelva a florecer: no dejes de regarla y abonarla, solo ponla en un lugar bastante luminoso y elimina las ramas viejas y secas.
¿Cuánto debo regar mi orquídea Vanda?
Para mantener tu vanda hidratada constantemente, lo mejor es ponerla en un florero y llenarlo de agua un par de veces a la semana en los meses más cálidos. Durante el invierno y el otoño, con rellenar el jarrón una vez a la semana bastará.
Si tu orquídea está plantada en una maceta con sustrato, es importante que la riegues por inmersión, teniendo un sustrato adecuado, se secará rápidamente y la planta se mantendrá saludable.
Las raíces absorben el agua igual que una esponja, así que cuando llenes el florero saldrán algunas burbujas, pero ¡no te preocupes! Es normal, a los 10 minutos la orquídea habrá absorbido el agua necesaria y puedes tirar el excedente.
Durante la noche, tu vanda puede secarse y tampoco es bueno dejar la planta húmeda tantas horas; así que, mejor riégala por las mañanas.
Temperatura y humedad de la orquídea Vanda.
Las orquídeas por lo general necesitan temperaturas cálidas y alta humedad. La orquidea vanda no es una excepción y encuentra su comodidad entre los 20º y los 28º en verano, aunque aguanta temperaturas mayores. En invierno, la temperatura ideal está entre los 12º y los 18º, pero las temperaturas más frías resultan mortales, así que intenta que la orquídea tenga un ambiente estable.
También requiere una buena ventilación, pero suave, evitando siempre las corrientes de aire.
Tierra o sustrato de la orquídea Vanda
La cualidad más característica de la vanda, que la diferencia de las demás, es que puede plantarse con la raíz desnuda. El problema de esto, aunque resulte estético y peculiar, es que la planta necesita una humedad del 80%, más o menos, para mantenerse viva de esta forma.
Además, no puedes impedir que las raíces vayan creciendo fuera de la maceta o florero con el desarrollo de la orquídea. Cuando éstas sobresalgan demasiado, debes trasplantarla a una maceta más grande con cuidado de no dañar la raíz, lo mejor es que lo hagas en primavera o verano.
Mantener la orquídea vanda sana con las raíces descubiertas resulta muy complicado si la usamos como planta de interior, así que, otra opción es plantarla en un sustrato aireado, como corteza de pino, ya que éste se aire velozmente y permite que la orquídea no sufra encharcamientos.
Por otro lado, la orquídea llamada Vanda necesita abonos generosos: durante el auge del crecimiento, en primavera y verano, debes abonarla una vez a la semana. El resto del año, una vez cada dos. Debes aplicar el producto específico con el sustrato mojado, ya que si se sube demasiado el nivel de sales minerales, puede perjudicar la raíz de la orquídea.
Trasplante y poda de la orquídea Vanda
Solo debes trasplantarla cuando el sustrato esté estropeado por el tiempo, o la maceta actual se quede pequeña para tu orquídea vanda. Recuerda elegir una maceta amplia, donde la planta y sus raíces puedan desarrollarse cómodamente. Lo ideal para la Vanda son los maceteros de madera, ya que permite que la raíz respire y se airee constantemente.
Tienes que sacar la planta de la maceta anterior, eliminar los restos de sustrato viejo que queden (pero sin forzar, muy delicadamente) sin dañar las raíces. Después llena la maceta de sustrato, introduce la planta y rellena los huecos restantes.
Riégala justo después y no olvides el abonado periódico.
Una buena poda también puede ayudar, si ves cualquier parte de tu vanda seca o en fase de necrosarse, córtala con unas tijeras de podar pequeñas y esterilizadas.
¿Qué problemas pueden surgir a mi orquídea Vanda?
Tu vanda puede verse afectada y estropeada por distintos motivos. Por un lado, puede ser por condiciones ambientales poco adecuadas y, por otro, puede enfermar por la presencia de hongos o cochinilla.
A continuación te explicaremos cómo identificar qué le ocurre a tu orquídea:
❖ Si tu orquídea deja de crecer y pierde las flores, necesita más riego: más abundantes y constantes.
❖ Si sus hojas pierden el brillo y parecen mustias, la orquídea está sometida a una humedad muy baja
❖ Si las hojas se caen, al contrario, es por un exceso de riego y humedad.
❖ Si, aunque cuidas de tu orquídea exhaustivamente, no florece, posiblemente le hace falta más luz.
❖ Y, si ves quemaduras en las hojas o que empiezan a secarse, tu orquídea está recibiendo excesiva luminosidad. Esto es peligroso, pues puede ser el portal de entrada de parásitos y hongos.
❖ Tu vanda también puede ser visitada por hongos, lo que puede producir la podredumbre de las partes de la orquídea conocida como «podredumbre negra». Lo identificarás fácilmente porque toda la planta se cubre por manchas negras y puede causar la muerte de la planta en tan solo unas semanas.
La combinación explosiva para que se den estos hongos es mucha humedad más poca luminosidad. Los tratamientos con fenilamidas o fungicidas específicos suelen dar buen resultado.
❖ El último problema que se puede dar es la aparición de manchas oscuras en las hojas y flores de tu orquídea. Puede tratarse de una plaga de cochinilla, para asegurarte, debes raspar con la uña y, si se quitan las manchas fácilmente, la planta está infestada.
Para curarla, debes limpiar con un algodón empapado en alcohol todas las zonas afectadas, después lavarla con jabón neutro y agua y, una vez terminada la limpieza, aplicar un insecticida específico.
Curiosidades de la Vanda
La orquídea vanda es muy apreciada y usada por decoradores, sobre todo por su elegancia y versatilidad: quedan genial tanto como flor cortada, como planta de interior.
Agnes Joachim la descubrió en 1893 y, gracias a ella, hoy la vanda es la flor nacional de Singapur, donde la conocen como “Vanda Miss Joaquim”.
Es una de las pocas plantas que pueden vivir sin tierra, aunque lo compensa necesitando un grandísimo nivel de humedad.
Además, pueden producir nuevos botones del tallo principal que acaban convirtiéndose en nuevas plantas independientes llamadas «keiki», que pueden despegarse de la planta madre y criarse aparte una vez hayan crecido.