Esta planta natural, el Aloe Vera, ha sido usada durante milenios para combatir ciertas enfermedades, e incluso en la actualidad es usada como cosmético de gran efectividad.
Mejora la circulación, sana y protege la piel, ayuda a prevenir el cáncer intestinal y nos da un aporte de fortaleza para el sistema inmunológico. Ayuda a cicatrizar y curar heridas, a proteger la piel durante radioterapia y a restablecer la flora intestinal, con sus poderes laxantes.

El aloe vera es una planta perenne, suculenta y con hojas de unos 50 cm de largo y 7 de grosor, que se agrupan en rosetas.
Esta planta, además, guarda un gran secreto en su interior: la Aloína, que protege a la planta con el amargor y se usa en farmacéutica por sus propiedades laxantes.
¿De donde viene el Aloe Vera?
Originaria de África, concretamente de la península de Arabia, donde se le dio su nombre por el término árabe “alloeh”, que quiere decir sustancia amarga y brillante; aunque también es conocida por sábila, proveniente de «çabila», que significa planta con espinas. Colón fue el responsable de su llegada a América, ya que la introdujo allí porque era usada como medicación para la tripulación. Y es que, en esos momentos, la invasión musulmana había dejado como herencia grandes plantaciones de aloe vera.
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Cuidados para tu Aloe Vera
Al igual que ocurre con la mayoría de tipos de cactus, estos son los cuidados específicos para la planta aloe vera.
¿Cuánta luz necesita el aloe vera?
Sin duda, el aloe vera necesita una muy buena luz, pero ¡cuidado! No la dejes expuesta a la luz directa, ya que si recibe más luz de la necesaria, enseguida sus hojas empezarán a tornarse marrones.
¿Cuánto debo regar el aloe vera?
Viniendo de la familia que viene, era de esperar que el aloe vera necesite poca agua; de hecho, el exceso de agua es el peor de los males para esta planta, ya que la pudre rápidamente.
Para asegurarnos de que nuestro aloe necesita agua, introduciremos el dedo en la tierra y comprobaremos que está bien seca, ese será el momento de regarla.
Aunque no necesita cuidados excesivos y constantes, el aloe vera nos avisa cuando necesita ser regado arrugando sus hojas; sin embargo, teniendo en cuenta la humedad de la tierra, podemos asegurar un mantenimiento perfecto de la planta.
Temperatura y humedad adecuadas para el aloe vera
La temperatura ideal del Aloe Vera está entre los 17 y 27 ºC. Y es que, el aloe no se lleva bien con el frío, por lo que deberemos asegurarnos de no bajar la temperatura de su ambiente de los 6º.En el caso de la humedad, te damos un respiro, no tienes por qué preocuparte, el aloe suele adaptarse de igual manera a climas húmedos y secos.
¿Qué Sustrato y abono necesitará mi aloe vera?
El que es, quizás, el aspecto más importante en el cuidado del aloe vera es la tierra donde lo plantamos. Si quieres que tu planta se mantenga sana, fuerte y brillante, debes seguir una pequeña guía que te garantizará el éxito en su cultivo:
– El macetero tiene que ser de barro, con poca profundidad y bastante ancho.
– En la base, coloca más o menos dos dedos de grava, que actuarán como drenaje.
– Después de la base de drenaje, añade turba y tierra de jardín a partes iguales.
– En primavera, debes abonar la tierra con humus de lombriz.
La hora de la verdad: plantar y trasplantar el Aloe Vera
Plantar y trasplantar una planta, sin importar tamaño o delicadeza de la misma, siempre es difícil, es un momento que afrontamos con miedo, ya que podemos estropear un cultivo de meses… pero, ¡que no cunda el pánico! Puede ser más sencillo de lo que parece:
Si quieres cambiar tu aloe vera de maceta, debes preparar esta nueva maceta con la guía que te dejamos antes sobre cómo mantener la tierra del aloe vera, pero mezclando el humus de lombriz directamente con la tierra. Una vez terminado, cubres la planta hasta la base y la dejas sin regar durante unos días, hasta que se adapte al nuevo entorno.
Si quieres trasplantar tu aloe a otro lugar, debes sacarlo de la maceta, sacar toda la arena y limpiar las raíces con cuidado, para que se desprenda la tierra pero sin dañar la planta o sus raíces.
Si tienes un aloe vera con el tronco intacto, pero sin raíces, ¡no está todo perdido! Solo debes asegurarte de que el corte de las raíces está seco, como una cicatriz (si no, solo tienes que dejarlo secar un par de días). Una vez estés seguro de esto, solo debes plantarla donde quieras siguiendo la guía mencionada, y dejarla unas dos semanas sin regar.
Una vez pasado este tiempo, las raíces habrán empezado a desarrollarse y, regando el aloe correctamente, estas empezarán a crecer en busca de nutrientes.
Consejos para el Aloe Vera
Las raíces del aloe vera necesitan bastante espacio para crecer y expandirse, así que asegúrate de que eliges una maceta con 50/60 cm de profundidad mínimo.
Si deseas cortar una penca o un tallo del aloe, debes elegir la más próxima al suelo y externa; ya que debemos ir en este sentido, empezando por las de fuera y yendo hacia las internas progresivamente.
Haz un corte limpio, cercano al tronco, con un cuchillo afilado. Es mejor si lo haces por la tarde, ya que podrías causar estrés a la planta y esta podría enfermar. Ella misma sellará y curará el corte.
En cuanto a la propagación del aloe vera, tanto si quieres más plantas como si no, la clave son los «hijos» que salen de la planta madre. Si no quieres más aloe vera, corta estos hijos cuando veas que salen de la tierra, así la planta no malgastará sus recursos en mantener nuevas plantas.
Si , por el contrario, quieres criar más plantas: deja que los hijos crezcan hasta medir 20 cm más o menos, entonces puedes cortarlos y plantarlos en otra maceta o en el suelo.
Problemas comunes ¿Cómo saber si a mi aloe vera le pasa algo?
Aunque el aloe vera no pertenece a las plantas crasas tampoco tiene muchos enemigos naturales y bastante segura a la hora de sus cuidados, existen principalmente dos pequeños villanos que pueden afectar a nuestra planta hasta estropearla por completo.
Si tu Aloe Vera enferma por hongos, pronto empezarás a ver como tu aloe se cubre de manchas blancas, amarillas o marrones que se van extendiendo progresivamente por todas sus hojas y tronco.
Si las condiciones que han causado la aparición de estos hongos persisten, pueden aparecer necrosamientos y la planta acabará secándose por completo.
Si tu aloe vera enferma por bacterias, podrás identificarlo aún más rápido: las hojas se decoloran, se pierde la rigidez de la planta desde la base, pueden llegar apareciendo burbujas en las hojas más nuevas y liberar un gas con olor fétido.
La muerte de la planta se da a las 8 o 10 días, más o menos, desde que apreciamos el primer síntoma.
Otras causas de enfermedades
La mosca blanca, un pequeño insecto al que le encanta apoderarse y alimentarse de todo aquel aloe vera que encuentra a su paso. Aunque parecen pequeños e inofensivos, los huevos y las larvas se extienden rápidamente por toda la planta, y pueden llegar a causarle la muerte.
Los pulgones, más pequeños todavía que las moscas blancas. Su rapidísima reproducción es la principal culpable de que este insecto resulte tan peligroso para el aloe vera.
Los escarabajos molineros, también conocidos como harinero por su color blanco. Usan las hojas y las triangulaciones de la planta como su principal alimento.
Los ácaros, que pueden llegar a convertirse en una verdadera pesadilla, ya que no se centran en una parte de la planta, si no que recorren todo el aloe vera en busca de alimento, por lo que pueden causar la muerte de la planta con facilidad.
Aunque en el caso de las bacterias es bastante difícil erradicar el problema, para los demás casos lo más recomendable es echar mano de tus tijeras de podar, retirar todos los tallos enfermos, limpiar los tallos sanos y retirar todos los hongos o insectos.
Si es necesario para salvar la planta, puedes trasplantarla siguiendo la guía mencionada antes.
Curiosidades del Aloe Vera
Esta planta, usada durante miles de años, incluso por griegos, egipcios y chinos, en cosmética y medicina, debe ser adulta (unos 4 años de edad) para adquirir esas propiedades que la hacen tan famosa.
Aparte de sus infinitas posibilidades curativas, también solía ser tratada como portadora de buena suerte. Y es que, según estas creencias, el aloe vera protege y ofrece fortuna a quienes lo cuidan. Lo mejor es colocarlo en el lugar más concurrido o social de tu hogar; aunque en los lugares donde más se sigue esta tradición, como México o Sudamérica, suele colocarse en el camino de acceso a la casa o al lado de la entrada, ya que esto absorbería las energías negativas e impediría que entrasen a casa.
Un dato muy curioso sobre el aloe vera es que fue escogido por la NASA como aquella planta que absorbe el 90% de radiaciones emitidas por aparatos electrónicos y la toxicidad producida por materiales como el plástico, las pinturas o el P.V.C.
Si te preguntas más sobre los poderes atrayentes del aloe vera estás de suerte, ya que no solo puedes invocar a la fortuna poniéndole un lazo verde, si no que ¡también puedes invocar al amor! Para ello, átale un lazo rojo a tu planta. De hecho, al aloe vera se le atribuye el gran poder místico de purificar el alma de quienes lo poseen y lo cuidan.
Se dice que tanto Colón como Marco Polo escribieron sobre esta planta en sus historias de viajes, pero el segundo lo hizo a raíz de su paso por Socrota, isla situada en África que fue muy famosa por sus grandes cultivos de aloe vera, que llevaron hasta allí a diversos conquistadores y comerciales.
Última actualización el 2023-07-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados