La menta es la gran conocida dentro de la familia de las aromáticas, siendo realzada desde siglos atrás por su agradable olor, además de por sus diversas utilidades. Uno de sus fines más comunes, por ejemplo, es el de aportar un sabor y aroma únicos a infusiones y comidas.
Además, la menta no se queda atrás entre las olorosas: las propiedades de esta planta aromática la han convertido en una famosa aliada en cuidados de salud y cosmética.
Por todo esto y más, cada vez somos más asiduos a tenerla en casa; así que, si quieres aprender a cultivar tu propia menta y sumarte a los grandes beneficios que te aportará, ¡no te pierdas este artículo!
Cómo cuidar una planta de menta
¿Cuáles son las condiciones de luz adecuadas?
Tu maceta de menta necesitará de una buenísima luz, el sol hace que su crecimiento sea óptimo y la planta lo disfruta de lo lindo. Busca un lugar luminoso y aireado, donde la menta pueda recibir la luz del sol la mayor parte del día
¿En qué temperaturas crecerá mejor la menta?
En cuanto a la temperatura ideal para tu menta, el rango se encuentra entre los 15° y 20°, siendo necesario respetar estas temperaturas sobre todo en la primera etapa de desarollo de la planta. Eso sí, ten en cuenta que la menta necesita un ligero empujoncito más aparte del ambiente perfecto; tu planta necesitará nutrientes constantemente, así que asegúrate de hacerte con un buen abono orgánico para poder aplicarlo con el agua de riego.
¿Cómo regar la menta?
El siguiente paso es saber cómo y cuánto hidratar tu planta. La menta, para no desentonar en su familia, necesita un riego constante y abundante, sobre todo durante la época más calurosa. Si la frecuencia de riego es la adecuada, tu planta se desarrollará según lo previsto, haciendo que su aroma y sabor sean excelentes.
¿Cuál es la maceta ideal para la menta?
Puede parecer algo más banal, pero resulta imprescindible que elijas bien la maceta de tu menta, ya que será el hogar de la misma y necesita encontrar un ambiente óptimo para su desarrollo. La menta crece de forma horizontal, así que intenta escoger una maceta grande y ancha, y de al menos unos 25 cm de profundidad. Por último, aunque de vital importancia también, ¡ten en cuenta el drenaje! Tu maceta debe contar con agujeros de drenaje para que la planta no se ahogue.
¿Cuándo florecerá la menta?
La planta de menta suele crecer a principios de verano, lo que resulta el momento idóneo para recortar las matas y así proporcionar un mejor crecimiento futuro. Además, usando un fertilizante como el antes mencionado, podrás mantener tu planta verde y sana hasta mediados de otoño. Eso sí, cuando llegue el frío la planta morirá, esperando a que sus tallos subterráneos, que siguen vivos y saludables, vuelvan a crecer en primavera.
¿Cómo podar la menta?
Realizar la poda de tu planta de menta es importante, ya que por su crecimiento horizontal, resulta invasiva y es esencial controlar su tamaño. Además, sacarás su máximo partido saneándola de vez en cuando, porque esto favorece al nacimiento de nuevos brotes y a que las floraciones futuras sean abundantes.
¿Cómo reproducir una menta?
Para terminar y ser todo un experto en el cultivo casero de menta, solo te queda saber cómo reproducirla, ya que quizás una se te quede corta cuando empieces a disfrutar de todos sus usos.
A parte, llegará un momento en el que tu maceta se verá saturada, por lo que a lo mejor se hace necesario reproducirla para rejuvenecerla. El proceso es muy sencillo, solo tendrás que retirar algunas raíces y recortarlas por la mitad. Una vez separes las terminaciones de las raíces, podrás plantarlas y comenzar un nuevo proceso.